Jo, que noche

Sus inicios han sido titubeantes, enclaustrados de polémica y con un timón descarriado. Pero en la ultima semana, el canal Cuatro, ese nuevo canal que prometia revoluciones en la televisión actual, a dado toda una lección de calidad en su programación cinematográfica.
Comenzaron su viaje por los oceanos de la comedia, pero mientras otros canales se hubieran limitado a ofrecer subproductos para adolescentes de la calaña de American Pie y demas desvergonzantes putrefacciones para la mente humana, el canal presidido por el tan odiado Polanco -odiado por la derecha mas amargada- se sumergió en todo un ejemplo de lucidez mental al emitir en un ciclo tres joyas del genero como son La vida de Brian, El guateque y Annie Hall. Prometedor inicio que sorprendió a propios y extraños, principalmente porque son peliculas que habitualmente eran secuestradas en ese canal minoritario y absolutamente recomendable llamado La 2 de TVE. Si, ese canal de audiencias exiguas mientras la gente reclama la ausencia de la telebasura ante los atonitos ojos de intelectuales y pensadores -cuan enorme maremoto de hipocresia y necedad cuando el ojo que todo lo ve nos pregunta-. Dos dias despues nos arrastraron hasta el ojo del huracan emitiendo Cadena Perpetua, pelicula revindicada cortesia por los mares de internet y que se revela como una de las mejores peliculas carcelarias de todos los tiempos. Pelicula que ha sido emitida varias veces en distintas cadenas, pero que no por ello deja de ser menos recomendable ante tanta insustancia junta en la programación cinematografica de las multinacionales lideres del audiovisual casero.
Pero ayer, se dio un caso unico, un caso magistral, sublime, digno de elogio, anoche, sin comerlo ni beberlo, la criatura recien nacida decidio concedernos un deseo que ni los dioses de este pais de paletos podrian habernos regalados, por la cara, emitieron esa obra de arte llamada El viaje de chihiro, pelicula que deberia estar ya entre los mas preciados tesoros de la UNESCO y de cualquier asociación que proteja la infancia. Mientras Antena 3 se limita a emitir las -excelentes- peliculas de Pixar, Cuatro ha dado un golpe de efecto al emitir un filme que no busca la risa de los mas pequeños de la casa, sino que les obliga a pensar, a tomar decisiones y a aprender de la pequeña Chihiro.
Estoy convencido de que la ola de la audencia no le va a otorgar mucha fuerza al share del canal, pero muchos cinefilos, muchos seres humanos, les estamos enormemente agradecidos, porque nos han devuelto la fe en una emision cinematografica que nadie hubiera esperado en un canal en abierto. Tras esto, uno puede pensar lo mejor. Servidor sueña ya, y sin tener que considerarlo una vacia utopia como antaño, que algun dia nos concedan algun buen ciclo de cine asiatico, compuesto por filmes de Kim Ki Duk, Park Chan Wook y Takeshi Kitano, o bien un ciclo sobre el cine mas underground nortemaericano, presentando peliculones como Ghost World, Pi, Premier y demás joyas ocultas al gran publico.
Siga asi navegando por las dificiles aguas de la audiencia, al menos este canal, no trata a los espectadores como autenticos ineptos.