martes, diciembre 06, 2005

SUDOKUS

Nunca me han gustado las modas, me siento reacio a ellas, quizás sea porque soy un iconoclasta por naturaleza, o quizás sea porque disfruto llevando la contraria. Quizás se deba a cuestiones de un ego irrefrenable, no me gusta ser una abeja mas del mismo panal o quizás sea porque cuando era pequeño un extraterrestre me metio una sonda por la cavidad anal y me inyectó algún liquido inmunizante contra las modas.
Sea como fuere, odio las modas, el motivo es lo de menos. La ultima moda que observo allá donde voy es un jueguecito de origen japonés llamado Sudoku. Los ves invadiendo los trenes, metros, cines, autobuses, centros de trabajo.... ¡incluso en el salón de casa!.
En ningún momento he tenido curiosidad por dilucidar en que consiste el jueguito en cuestión que incluso ahora lo meten tanto en los periodicos como en determinadas paginas web. Pero vaya, un domingo a las 10 de la mañana, mientras estás trabajando en un turno de 8 horas, uno se aburre mucho, por eso el dia que dios descansó tras maquearse el planeta durante 6 dias, debido a la ausencia de otro entretenimiento a priori mas apetecible, decidí darle una pequeña oportunidad. La mecanica es muy sencilla, y no pienso explicarla, a estas alturas si hay alguien que no sepa lo que es este "entretenimiento"... ¡mis mas sinceras felicitaciones, ha conseguido escapar de la voragine social!.
Tardé mi tiempo en acabarlo, es logico, la primera vez no es facil hacerse con la mecánica, pero si me di cuenta de algo, poco jugaba la inteligencia. Hice otro mas y mis sospechas se cumplieron. El sudoku es un juego de logica, es evidente, sigue un patrón único, y es unidireccional, no tiene multiples soluciones, pero realmente en este juego, lo que prima es la paciencia y no el empleo de neuronas. Dicho de otro modo, el sudoku es un juego que sin seguir un orden coherente y simplemente probando y probando numeros, hasta un crio de 5 años puede hacerlo, es en definitiva, un pasatiempo para estupidos. Para esa masa estupida y de carencias culturales e intelectuales. A ese sector, el 98% de la población, va dirigido este cuadradito de numeros. Ayer en el trabajo, una compañera estuvo haciendo uno, y exclamó "no he conseguido terminar ninguno pero como engancha", y yo pensé, "seguro que si lo acabas tu ego se verá reforzado", como el de cientos de imbeciles que se dedican a hacerlo pensando que están resolviendo un juego de inteligencia cuando es un entretenimiento de perseverancia. Sisi, esa gente que luego es capaz de decirte que una pelicula como Memento es complicada de entender -ya me dirán en que punto se perdieron-.
Es cierto, engancha, pero descubrir la mecanica del juego no deberia llevar mas de 2 finalizados, porque al final es todo el rato lo mismo. Me sorprende ver como la gente se rinde a las primeras de cambio en algo en lo cual, lo que prima es la paciencia -siempre que seas lo suficientemente inutil como para no adivinar el algoritmo lógico que lo rige-.
No pretendo creerme mas inteligente que nadie, ni mas ni menos que nadie, como indiqué el dia que abrí este blog, pero si el sudoku triunfa tanto en nuestra sociedad... algo falla. Para mi tiene mas merito la gente capaz de hacerse el crucigrama del diario o el jeroglifico de turno, eso si tiene merito, en el primero de los casos prima el nivel cultural -algo en peligro de extinción-, en el segundo de los casos, prima la capacidad de analisis, de ver mas allá de lo que se ve, de alejarse del mundo terrenal y acceder al mundo de las ideas de Platon.
Si lees esta entrada y te has sentido ofendido... felicidades.... ¡a mi mismo!, significa que mi planteamiento no va mal encaminado, que los inverbes exterminadores del cerebro disfruten de este pasatiempo, yo he tenido suficiente con semejante muestra de futilidad y negación neuronal. Y el que quiera sentirse inteligente por finalizar uno por primera vez en su vida.... ¡adelante, muy bien echo, engañarse a si mismo es el primer paso para engañar a los demas, y sentirse un ser privilegiado, el primer paso para para ser un individuo desdichado!. No es inteligente aquel que es capaz de tener paciencia, sino aquel que es capaz de razonar con presteza e indulgencia.