¡ESTAN VIVOS!

No es casual que emplee el titulo español de ese pequeño clásico de John Carpenter para hablar del tema zombie, o no muertos, porque como muchos sabréis, el cine parece sentirse reacio a nombrar las cosas como lo que son y prefieren emplear una terminología eminentemente eufemística.
Uso el titulo del filme de John Carpenter porque en el fondo muchos de los filmes de temática zombie guardan cierta relación con la sutil ironia que encierra la historia sobre John Nada y los divertidos invasores que pueblan cada fotograma del filme.
George Romero dijo recientemente en una entrevista concedida a la revista Dirigido por.. (nº 347) que “si no hay un mensaje, no hay ninguna razón para hacer una pelicula” y añadia “El cine de terror siempre tiene que tener una moraleja. No puede dejar de ser una parábola”. Son las palabras de un veterano director que en 1968 crearia escuela con su película La noche de los muertos vivientes.
Una de las primeras aproximaciones al fenómeno del zombie la realizó el realizador Jacques Torneur en una de sus obras maestras para la RKO, tras dirigir La mujer pantera, Torneur, bajo la protección una vez mas del energico Val Lewton realizó uno de los pocos acercamientos serios al fenómeno del zombie con Yo anduve con un zombie (I walked with a zombie, 1943), centrándolo mas en sus origenes dentro del ocultismo vudúy escondiéndolo todo bajo una maravillosa historia de amor. No tenia nada que ver con los muertos vivientes que posteriormente se han ido viendo en el celuloide, pero su calidad era indudable.
Pero volvamos al zombie moderno. Después de que el director de raices latinas creara la revisitación moderna de este clásico de la cultura popular, muchos directores se han aventurado a realizar su película de zombies, desde Bryan Yuzna o Jack Sholder, hasta Danny Boyle y su espléndida 28 dias después (con un prologo simplemente apoteosico y terriblemente descorazonador y nihilista), pasando por Braindead de Peter Jackson, los filmes de Lucio Fulcci, el terrorismo (pero divertido) de Paul Anderson en Resident Evil, el clásico de Carpenter La niebla, o el ultimo delirio australiano de los hermanos Spierig Los no muertos(Undead), entre otros filmes. Sin duda alguna, muchos de esos filmes son autenticas maravillas de la casqueria y el gore mas desenfadado, pero tienen un problema, no se ciñen a las palabras del director de Zombie (Dawn of the dead), quizás la unica con un componente social realmente intrínseco sea el filme británico de Boyle, donde cosas de la vida, los culpables de expandir el virus que convierte en muertos vivientes a las personas es ni mas ni menos que una asociación protectora de los derechos de los animales –algo que a Greenpeace, Adena y compañía no les haria ni gracia, pero tampoco escuché voces criticas-. Lo mas interesante del filme del director británico quizás sea que la posibilidad de una pandemia por culpa de un virus es aterradoramente plausible –actualmente los medios de comunicación tienen a la población mundial atemorizada con el virus de la gripe aviar-. En cualquier caso, en esta película en ningún momento se habla de muertos vivientes, sino unica y exlusivamente de un virus que altera el comportamiento humano –aunque en esencia se trata del fenómeno zombie-. Tambien podriamos citar Zombies Party (Shaun of the dead), la parodia –britanica una vez mas- de los filmes de zombies que resulta mucho mas interesante que muchas películas del genero al poner en relieve la tópica flema británica a través de una serie de sketches que lamentablemente van desinflando la película tras una hora divertidísima al redundar en situaciones ya anteriormente vistas en el resto del metraje.
Como he dicho, el problema de la mayoria de esos filmes reside en que se alejan del concepto que Romero tenia del zombie. El triptico original (La noche de los muertos vivientes, zombie y el dia de los muertos), al que recientemente se le a añadido la tierra de los muertos, mostraba un zombie lento, de andares pesados que actualmente a desaparecido, hablaba de un autentico muerto viviente mientras actualmente los zombies corren –quizás una idea acorde a una epoca de estrés dominada por el tiempo- y parecen pensar –algo que se enfrenta radicalmente a esa idea de alienación de la mitica trilogía-. Tengo la impresión de que al final, lo unico que pretendia el director era ni mas ni menos que reflejar la sociedad actual en el zombie, una especie de analogía para mostrar como la sociedad actual se ha visto envuelta bajo la idea de un rebaño y una falsa libertad promovida por los poderes gubernamentales. Los zombies son seres sin personalidad, son seres que actuan irracionalmente, sin pensar, son seres que se agolpan, que van en manada, cortados por el mismo patrón.
Cuando voy en metro camino del trabajo, veo cientos de personas con la misma actitud todos los dias, escuchando musica, leyendo un libro, esperando impacientes la llegada del transporte publico, fumando un cigarro, rostros diferentes y desconocidos reflejables en cualquier ser humano de la sociedad moderna. Cuando voy a un centro comercial a hacer mis adquisiciones cinematográficas veo la misma escena, una mujer haciendo la compra, una persona quejándose, largas colas para pagar en la que nadie habla... cuando camino por la calle veo a desconocidos caminando sin aparente rumbo fijo, veo seres sometidos por la sociedad, veo los zombies que Romero plasmaba en sus filmes.Romero dijo en mas de una ocasión que sus filmes pretendian mostrar la realidad de cada decada, y eso es cierto, pero al mismo tiempo pretendia disertar los esquemas tradicionales del capitalismo. En Zombie por ejemplo, el prologo es muy elocuente, la dura critica a unos medios de comunicación que en una situación extrema siguen insistiendo en conseguir audiencia es palpable en ese estudio de televisión, el concepto de la familia que a continuación se muestra, es criticado al mostrar a personas incapaces de matar a sus familiares aun cuando representan una amenaza para la sociedad, es en esta escena donde Romero intenta derrumbar los cimientos de un vacuo y superficial ser humano arraigado en esa falsa tradición de la familia que el capitalismo a intentado mantener mediante la idea de las compras compulsivas. Y a colación de las compras compulsivas, Zombie en su mayor parte sucede en un centro comercial, donde los no muertos acuden en masa como tambien sucedia en su espléndido remake Amanecer de los muertos, y que representa una vez mas la idea del rebaño de ovejas dirigido por los pastores de las multinacionales. Es curioso ver como esta idea se sucede en la sociedad actual, cuando llega la epoca de rebajas y la gente se agolpa con furia en los centros comerciales en busca de la ganga del año, buscando desesperadamente algo que les imprima 5 segundos de efímera felicidad y superflua satisfacción.
Pero Romero tambien muestra la estupidez del mundo castrense en el dia de los muertos, donde los militares intentan dominar para su uso a los zombies, una idea demencial que criticaba duramente la política exterior norteamericana y sus intentos de controlar una sociedad –el mundo musulman- intentando imponerles sus ideas –como sucede hoy en dia con la administración Bush-. El problema de esta idea tan subversiva reside en que si aceptamos la idea de que los zombies son el espejo de un ser humano que no quiere reflejarse en el, los militares al final no dejan de intentar dominar lo que ellos mas odian, -podriamos aquí plantear la idea de la dictadura, pues al fin y al cabo bajo este planteamiento sacariamos a colación el sistema represor citado-. Pero siguiendo con el planteamiento de Romero al que me subscribo, el miedo de cada uno de sus personajes es el miedo a ellos mismos, el miedo a ese colectivo llamado ser humano, porque uno observa la hipocresía de un mundo estupido y ve como esa gente estupida no se siente reflejada. El miedo al zombie es el miedo a la alienación de uno mismo, una alienación que ya a sucedido y que negamos, los zombies de Romero son los zombies de nuestro dia a dia, somos las personas que vivimos presas del tiempo, del poder y de las grandes empresas. Quizás los que estemos muertos seamos nosotros, quizas seamos nosotros los muertos vivientes, porque hemos dejado escapar nuestra identidad, nuestra libertad y nos hemos convertido en clones de una idea general que predomina en la sociedad moderna.