sábado, febrero 18, 2006

Buenas noches, y buena suerte

Es sintomático que las peliculas que están este año nominadas a los oscars, tengan en mayor o menor medida un fuerte componente de ideologia liberal y nada ortodoxa.
Es sintomatico porque eso significa que algo está cambiando en Hollywood, en ese gran Hollywood de estrellas "comprometidas" con la sociedad pero incapaces de decir verdades necesarias para evitar el ostracismo mental y social de cualquier democracia justa y razonable. Quizás uno de los exponentes mas claros de ese intento de despertar de su letargo anemonado a la democracia mas antigua del mundo sea George Clooney, incapaz de cortarse la lengua y del cual; seria digno escuchar su discurso en una hipotetica victoria en la gran gala del cine norteamericano, muy probablemente lucido y sin esos ataques desmedidos e inecesarios de ese señor que va por el mundo como el mesias y salvador de la sociedad norteamericana -y del que me niego a citar su nombre para no darle mas publicidad de la que se merece-.
George Clooney, mas allá de un atractivo fisico evidente, es un grandisimo profesional, un excelente actor al que su encumbramiento como galán cinematografico por parte de las grandes audiencias no está beneficiando, algo de lo que el es consciente y por eso intenta en todo momento -y con buen tino- demostrar que es algo mas que un cuerpo del delito.
Vivimos tiempos de oscurantismo ideologico, el fanatismo, escudado bajo la democracia que niegan está extendiendose mediante brotes inusitados de violencia. Vivimos tiempos de represión mediática, de prejuicios, la sociedad del siglo XXI adolece de una falta de respeto por las libertades del individuo en favor de una homogeneización social para que cada uno de los ciudadanos de este planeta, bajo la premisa del pensamiento único, olvide su identidad y pierdan la necesidad de recordar los motivos por los cuales, las sociedades modernas luchan: por una vida mas digna y mejor, donde nadie, absolutamente nadie deba ser juzgado sin verdades objetivas e imperturbables.
Por ello, que un actor como George Clooney, destape una de las etapas mas oscuras y desconocidas de la democracia norteamericana, dados los tiempos que vivimos, no solo es algo digno de ser aplaudido, sino necesario de ser analizado, para llegado el caso, buscar los paralelismos existentes entre aquella decada de los cincuenta y esta primera decada de nuestro joven siglo.
Si, paralelismos. En la decada de los cincuenta, -y explico tambien el argumento del filme-, un senador, Joseph McArthy inició una cruzada contra el pensamiento comunista, instauró el miedo en la sociedad de los Estados Unidos de America, y creó un enemigo ideologico para su sociedad, como posible aniquilador de los valores tradicionales -herederos de la vieja Europa- de ese pais. Reprimió a todo aquel que pudo haber rozado ese pensamiento directa o indirectamente, se realizaron juicios y prejuicios, y se condenó a ciudadanos americanos solo con la prueba de la sospecha y sin permitirles la presunción de inocencia. Un derecho fundamental en cualquier sociedad democratica. Todo aquel, como Edgar Murrow alzó su voz contra esta violación de la constitución era acusado sin paliativos de comunista, y se hacia participe al conglomerado ciudadano para que denunciaran dichas actividades comunistas bajo la premisa de que erán actividades antiamericanas y que dañaban el estatus de vida que habian construido.
¿Hace falta indicar que desde el 11-S se a sustituido la amenaza comunista por la amenaza islamica?. ¿Hace falta reseñar las coincidencias existentes entre el miedo provocado entonces y el miedo que infundan actualmente?. ¿Hace falta sospechar de que las sociedades democraticas fundamentan su poder bajo el miedo de una amenaza invisible?, ¿No es eso una manera falaz e irresolutiva de controlar la voluntad de un pueblo que pretende preservar sus condiciones de vida a cualquier precio?. No es extraño que en aquella decada, surgieran filmes que denunciaran la situación de irreverente y absurdismo ultraderechista que predominaba en el mundo, peliculas como La invasion de los ladrones de cuerpos o Ultimatum a la tierra por citar las mas recordadas.
Pero la sociedad actual se niega a reconocerse en aquella epoca, se niega a admitir que hemos dado un gran paso en la involución humana, retomando ideas y conceptos que el tiempo tendria que haber extinguido. Es por ello que, ver Buenas noches, y buena suerte resulta cuanto menos necesaria, necesaria para hacer despertar nuestras conciencias y para que salgamos a la calle a luchar, a luchar contra ese estado de terror en el cual los politicos nos tienen sumidos y que hoy en dia los medios de comunicación, controlados por multinacionales en gran parte afiliadas a partidos politicos, se niegan a denunciar.
George Clooney no muestra una epoca, muestra a un hombre que siendo anticomunista, defendió la libertad del individuo. Edgar Murrow no buscaba acabar con McArthy, buscaba acabar con ese estado de excepción que habia convertido el estamento politico mediante mentiras. George Clooney habla de un hombre comprometido, de un equipo de periodistas dispuestos a defender por encima de todo la democracia que estaba siendo constantemente sepultada bajo toneladas de losas y fariseas estupideces. George Clooney, se levanta de su silla de actor y dirige una pelicula, como si de Murrow se tratase, para denunciar el aparheid ideologico que se da actualmente. Denuncia la falta de compromiso de las sociedades actuales, denuncia a la propia democracia como instigadora de un modelo unico. El problema es, no se si por miedo o por su inexperiencia tras las camaras, que Clooney no acaba de apuntillar todo lo que sugiere, no acaba de rematarlo en la pelicula, le falta ese golpe en la mesa que haga levantarse a uno de la butaca.
Se critica por parte de la prensa especializada el distanciamiento con el que rueda el filme, la sensación de no entrar en la historia, de no tomar partido. ¿Falta de experiencia del director?, yo mas bien me postulo por la intencionalidad que emerge de ello. ¿De que sirve tomar partido en uno u otro bando?, Clooney lo unico que busca es mostrar, sin entrar en valores subjetivos, y que el propio espectador sea el que tome la determinación de aceptar o no, unos principios u otros.
La pelicula, a grandes rasgos, es buena, muy buena, con actores impecables, y un uso exquisito de la fotografia en blanco y negro, con detalles crueles y un empleo de la elipsis en la escena del bar de una maestria digna de los mejores directores, pero como decia anteriormente, le falta esa ultima escena que remate todo lo que pretende mostrar. Lastima que no sea la obra maestra que a todos nos gustaria.

-Lo mejor: Los actores, la fotografia y el valor de Clooney a la hora de hacer una pelicula tan comprometida con la libertad.
-Lo peor: George Clooney no termina de apostillar la faena que inicia con gran arrojo y valor.
-La escena: Dos. 1.:Aquella en la que preparan en el despacho el programa sobre el senador y en el cual se intuye el miedo y 2.:Clooney dandole fuego a un brillante Strathairm.
-Conclusion: Si se lleva el oscar va a ser toda una patada en las narices a la administración Bush, con la cual no es dificil ver similes con aquella decada tan denigrante.

1 Comentarios:

Blogger John Trent dijo...

Tiene buena pinta esta pelicula y George Clooney parece estar destinado a ser algo asi como el proximo Clint Eastwood en cuanto a su tratamiento clasico de la direccion cinematografica.

6:10 p. m.  

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